Desilusión Akuma
_Era un hermoso paisaje, lo único que le faltaba era… ¡Un poco de Carmín!
Desilusión Akuma I
Destrozando a cada mutante que en mi camino aparecía…nada me satisfacía, todos eran muy fáciles de destruir…nada se puede comparar al poder de un Akuma enojado…
El solo recordar lo que en aquella tarde había pasado, era suficiente como para quemar todo a mi alrededor…
_Esa especie de alma mortal.. se avía atrevido a meterse en mi camino y tratar de seducir a mi presa… esa pobre alma mortal… por la cual mi presa sentía un cariño… esa alma mortal… … no le perdonare la traición!!
Eso fue todo lo que pronuncie mientras mis ojos se llenaban de lagrimas de furia y de reprimida destrucción…
Solo podía pensar en quemar todo, en cortar todo, en destruir todo!
_nada está bien!
No podía pensar nada claro
_Destruiré todo, todo se consumirá en mis llamas, todo quedara bañado en rojo carmín
Solo eso pronunciaba, cambiar los colores tierras por colores rojos, solo eso veía mi mente, y su cadáver, ese putrefacto cadáver que se ubicaba justo debajo de mi…
_¿Por qué no me dejas destruirla? ¿Por qué quieres a esa mortal? Déjame teñirla de carmín ¡!
Mis lágrimas cayeron, y así como potente alcohol se mesclaron con el fuego, el cual las consumió y creció enormemente…
_en que estoy pensando?... desperdiciar lagrimas por esto…definitivamente…teñiré este mundo!!
Una deformidad salto sobre mi pero por el increíble enojo y frustración que tenía logre atravesarlo solo con un golpe… Tome su devastado corazón con mi mano derecha y lo estrole contra el maltratado suelo…el charco de sangre formo un corazón, como los que los niños dibujaban… no tarde en pisarlo y prenderlo fuego…
Camine con odio hasta mi castillo, dejando un rastro de fuego detrás de mi, los soldados me confundieron con el enemigo y atacaron, como venia pensando en cualquier otra cosa y no en lo que debía, una de las flechas de los arqueros esqueléticos dio en mi hombro, la única imagen que recuerdo , es la de la torre de mi castillo ardiendo en llamas …
Mi presa vino en mi búsqueda, se notaba en su voz la preocupación, me tenia en sus brazos…no entendí nada…
_Te desmayaste…
Eso fue lo que me dijo…
Me desmaye de enojo, de furia… es increíble… reprimir cosas… es…
_mjjhjhj…hahahHAHAHAH
Reí de una maniaca forma, no podría ser, era patético…Salí de entre sus brazos y me incorpore nuevamente en mi postura de rey, tuve una tentación de mirar hacia mi derecha, y adivinen que vi ahí… si, la patética mortal,¡¿como se atrevía a ir a mi castillo?! La mire de mala gana, me seque la sangre de la cara y entre al castillo…la puerta se azoto con fuerza y una llamarada prendió una fogata frente ella…
Prácticamente, mis pisadas quedaban marcadas en el piso, una feroz furia me invadía… y nada podía hacer… escuche a mi presa diciendo mi nombre para que parara, pero no lo aria, acelere mi paso, no sé de lo que puedo ser capas en este modo…
Logro tomarme el brazo, y como lo supuse, tuve un auto reflejo de defensa, caímos al suelo… el estaba abajo y yo arriba…tomando su cuello con mis manos…
Tarde en reaccionar de lo que había hecho…pero cuando lo hice me levante y sin mirarlo entre en mi habitación, prohibiendo entrada a quien fuere…
Comenzó a golpear mi puerta… golpe, tras golpe… tras golpe… pero luego seso…. Y reino el silencio…
El estaba llorando… yo lo sabía lo suponía, lo veía a través de mi puerta…No podía reaccionar… Orgullo, Ira… y algo mas…
El silencio seguía reinando en ese incomodo ambiente…se quebró, el quebró el silencio y me dijo
_Perdón…
E intento golpear por última vez la puerta, abrí la misma antes que eso pasara…. Lo abrase…lo abrase muy fuerte sintiendo como se pegaba a mi… No podía articular ninguna palabra…
Sentí sus brazos en mi espalda…y un calor que nunca antes había sentido…Lagrimas recorrieron mi cara…pero calle… me hundí en el hueco entre su cuello y su hombro…dejándome llevar por su aroma…. ¿Por qué?
The End?
Este ficc, fue el primero que escribi... pacienacia, a medida k pasan los dias voy mejorando, es muy leve, pero trasmite como me sentia....
Desilusión Akuma
ResponderEliminarUn (des)encuentro con lo innombrable
Paisajes que deberían ser teñidos de rojo, pero no cualquier rojo. Un rojo vivo es el único que puede dar el efecto, efecto que, paradógicamente, es ansiado a través de la muerte. Vida y muerte se conjugan en el relato, como una expresión de deseo inconsciente. La muerte que está ahí, gozando todo el tiempo que lo que no le es desdeñable, viene a velar por la vida. Una vida que se encuentra a merced del Otro, que viene a taponar una falta… Un ser aparentemente inmortal ¿llorando? ¿sintiendo? Sentimientos vívidos, vividos como un exceso que –aparentemente- un simple no mortal no debería sentir, pues son sinónimos de mortalidad. Allí donde el sentimiento aparece, la falta viene a alertar de que ni el inmortal es inmortal, pues la angustia no engaña, mortaliza la carne, que debe ser teñida de rojo para obturar el miedo a la muerte. La violencia y la muerte del Otro se ponen en marcha para preservar la propia vida.
La angustia no engaña, sí engaña el significante. Rojo carmín, un color vivo que busca taponar la muerte propia. Muerte imaginaria a la que el Akuma teme. Teme que sentir algo real la lleve a morir. Akuma se olvida de cómo romper las cadenas que la aprisionan… la angustia no duda en hacerse aparecer allí donde el significante muerte viene a revelar que la inmortalidad no es posible y que la vida espera al abandono del miedo a vivir.
Nicolás Quiroga,
Psicoanálisis y literatura.